Un poco de historia….

Las “Comunidades católicas de San Marcos” (1983-1998), dieron inicio a la experiencia de  Confirmación San Marcos; en el año 1992 prepararon para este sacramento a algunos de sus miembros. Y surge el grupo en el año 1993.

Se conformó el Programa Universitario de Confirmación con el aporte del P. Juan Luis Shuster (Congregación de los Sagrados Corazones), responsable de las comunidades católicas, y el P. Carlos Castillo (Diocesano), responsable de la Pastoral Universitaria, quienes diseñaron objetivos, normas, acciones, metodología, etc., dirigida a los jóvenes de San Marcos, una “realidad compleja y diferente”, programa que dentro de la Pastoral Universitaria de Lima asesoró el P. Carlos Castillo, quien invitó a jóvenes para cumplir el rol de animadores (denominación asignada a los jóvenes que asumen la dirección del grupo y la formación de los confirmandos) y recibieron el apoyo de un seminarista jesuita.

Durante los años 1994-1995 asume la asesoría el P. Heliodoro Guijón Estrada (Mis. del Espíritu Santo), y con el inicio de la Capellanía en 1996, el grupo pasa a integrarla recibiendo la asesoría del primer Capellán, el P. Jean Marc Gayraud Taillander O.P. (dominico) quien invita a congregaciones a apoyar Capellanía y por ende a Confirmación (Dominicos, misioneros y misioneras identes, misioneros de la Preciosísima Sangre, Diocesanos).

En el año 1999 el P. Héctor Casas Machado es nombrado Capellán de la Capellanía de la UNMSM, misión que la ejerce hasta el 2001; a partir de ese mismo año llega como capellán dispuesto por el Arzobispado el RP. José Ignacio García Barrachina, (Diocesano del Camino Neocatecumenal) compartiendo con nosotros 7 años de trabajo apostólico con los jóvenes, administrativos y docentes.

Desde abril del año 2010 contamos con el Padre Jorge Luis, Gómez Lazarte (Comunidad del Emmanuel), como capellán hasta el día de hoy.

Cada año se ha contado con el apoyo de jóvenes profesionales y estudiantes universitarios, que en su rol de animadores (ahora catequistas), han descubierto que si se puede ser cristiano y hombre de ciencia, asesorados (as) por religiosos (as) y laicos (as), que se muestran comprometidos con los jóvenes sanmarquinos y apoyan la maduración de su fe.